Contenido y objetivos del museo

El visitante se encuentra ante una gran cantidad de ejemplares de fauna, flora y minerales de cualquier punto del planeta..

Estos ejemplares de fauna y flora se pueden ver por el trabajo llevado a cabo en taxidermia, en los herbarios, pero también en el registro que se encuentra en la naturaleza, en la materia mineral, los fósiles.

Taxidermia, es la técnica, por la que, se presentan los animales que han muerto y que se quieren conservar, dotándolos de una forma estática, pero, a la vez, natural. El uso hoy día del poliuretano y otros materiales, hace que se trabaje, a su vez, como escultores, al hacer una estatua con todo detalle en cuanto a postura, musculatura, etc., que se reviste con la parte exterior del ejemplar, trabajada previamente para su conservación.

De otros modos, se puede conservar al completo el ejemplar, en una solución, diluida adecuadamente, de formaldehído. Así se pueden encontrar peces, invertebrados, piezas de anatomía, etc… a lo largo del recorrido del Museo. Y también los pequeños ejemplares invertebrados, desecados simplemente y guardados en cajas, así muchos insectos, crustáceos, arácnidos, y otros.

Los herbarios, conservan las plantas, desecadas y prensadas entre papel más o menos secante. Cuando el tamaño lo permite se presentan en su conjunto total de raíz, tallo, hojas, flores y fruto, o por partes si no es posible lo anterior.

Fósiles: los seres vivos que, al morir, quedan ocultos bajo una lenta sedimentación que impide su degradación. A lo largo de millones de años quedan improntas, huecos, que se rellenan, o incluso la transformación química de esos restos,… así se encuentran esos seres, transformados como formas pétreas, en los distintos estratos, con lo que podemos también datar el tiempo de su existencia. En la segunda planta, hay ejemplares de fauna y flora desde “el Cámbrico” con una antigüedad de seiscientos millones de años, hasta hace un millón y que veremos en el recorrido de la vida fósil.