Santuario de Nuestra Señora de la Esperanza


Cuenta la tradición que a mediados del siglo XIII vivía en Onda un rico musulmán en el mismo lugar que ahora ocupa el Santuario de la Virgen de la Esperanza.

Tenía una hija bellísima a la que amaba con locura. Al dar a luz su primer hijo, murió. Su padre para perpetuar su recuerdo, hizo que un escultor del lugar esculpiera una estatua lo más parecida posible a su hija, incluso en estado de gestación. Aquel buen padre, una noche, mientras dormía vio en sueños la imagen resplandeciente, ceñida de una corona y como un sol que se posaba en su vientre...    

Despierto, continuó contemplando la misma visión y otro tanto sucedía a muchos cristianos y musulmanes que acudían a su casa.

El musulmán y otros de su religión se convirtieron al cristianismo.

Corrió la voz del hecho milagroso en la población y con la aportación de todos se levantó una sencilla y reducida ermita dedicada a la Virgen de la Esperanza.

Desde entonces empezó a ser venerada, en aquel lugar, la que después sería elegida como Madre y Patrona de la villa.

Esta tradición fue recogida en un apaisado lienzo que cubría toda la parte de la pared del Evangelio de la capilla mayor. Así pudo verse hasta la desamortización de Mendizábal.


En la actualidad el SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA, patrona de Onda, es de estilo neogótico. El 26 de abril de 1891 el Obispo diocesano D.Francisco Aznar y Pueyo bendijo y colocó la primera piedra. Fue inaugurado el día de Nuestra Señora de Carmen, 16 de Julio, de 1903, y restaurado en los años posteriores a la guerra civil española y últimamente en los años 1989-90.

El 25 de mayo de 1956 se bendijo la imagen de la Virgen de la Esperanza, obra del escultor valenciano D. José Rabasa y dos años más tarde el camarín de la Virgen del mismo autor.

LOS ALTARES:

En las diferentes capillas se pueden venerar a Jesucristo crucificado en la Capilla Penitencial, a san José, el Sagrado corazón, a santa Teresa de Jesús y a san Alberto de Sicilia en la parte izquierda. En la derecha a san Joaquín, santa María Magdalena de Pazzi, san Pío X, san Elías y a Nuestra santísima Madre del Carmen, talla original del artista valenciano D. Federico Esteve Defés y policromada por D. Francisco López Pardo. De ella pende el Santo Escapulario, signo de consagración y entrega a la Madre implorando su protección.

 

LAS VIDRIERAS

El 1949 el P. Salvador de la Madre de Dios encargó las dos del altar mayor, que representan al gran doctor místico san Juan de la Cruz y la entrega del Escapulario. Años después se añadieron tres "ojos de buey" con los santos carmelitas: Telesforo, Angel y el beato Bautista Mantuano.

Más recientemente se han colocado otras dieciocho: dos en la Capilla de la Virgen con el Escudo carmelita con el Lema tradicional latino: "Zelo zelatus sum..." y el Escapulario del Carmen con la leyenda: "El regalo de María".

Las dos grandes, a ambos lados del camarín, detrás del Altar Mayor, representan: la Visión de la nubecilla por san Elías, padre espiritual del Carmelo y el Privilegio sabatino hecho por la Virgen al papa Juan XXII el 1322.

Otras dos, cerca de las balconadas, con dos textos: una recoge íntegro el Magníficat, en castellano. La otra, recoge el texto del Flos Carmeli y las palabras de la "entrega" del Santo Escapulario.

Los "ojos de buey", presentan a los santos y beatos más representativos de la Orden que no tienen capilla propia: san Elías, san Eliseo, san Alberto, Legislador, san Brocardo, san Ängel, san Pedro Tomás, san Andrés Corsini, beato Juan Soreth, beato Bautista Mantuano, beata Francisca de Amboise, san juan de la Cruz, santa Teresa Margarita Reddi, santa Teresa del Niño Jesús y el beato Tito Brandsma.

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